31 de enero del 2014.
La necesidad de tener un cuerpo perfecto, nos afecta a la mayoría de las personas y va aumentando así se acercan los meses de verano. Ante la presión social de cumplir con los estándares de belleza, muchos barajan por estos días los diferentes medios para perder esos kilitos extras.
Sin embargo, hay dentro de los innumerables métodos, dietas sumamente restrictivas y prometedoras que aseguran bajas importantes de peso en pocos días, por lo que hay que tener en cuenta ciertos indicadores antes de inclinarse por seguir alguna de ellas.
1. EDAD, SEXO, ACTIVIDAD FÍSICA:
Estas 3 características del individuo son claves para concluir cual dieta seguir. Acordemos que un niño con sobrepeso no puede recuperar un peso normal del mismo modo que puede hacerlo un adulto, ya que el niño está creciendo, es decir, formando tejidos, desarrollando su cerebro, entre otros. Así también hay diferencias muy importantes entre el metabolismo y requerimientos de un adulto mayor en comparación con los de un adolescente. Por otro lado tampoco es lo mismo bajar de peso entre una mujer y un hombre, los resultados probablemente sean muy diferentes a pesar de que tengas los mismos kilos de sobrepeso y adopten la misma dieta. Finalmente, la actividad física y el ejercicio físico son claves a la hora de decidir cuantas calorías debe recibir diariamente nuestro organismo.
2. ESTADOS ANABÓLICOS Y CATABÓLICOS (EMBARAZO, LACTANCIA, ENFERMEDAD)
Muchas veces estas dietas son descritas peligrosamente aptas para toda persona, sin embargo es necesario discriminar, ya que hay ciertas etapas en la vida de un ser humano donde se requieren más calorías y macronutrientes (estado anabólico: formación de tejidos), como por ejemplo: la niñez, el embarazo, la lactancia materna y estados críticos como una persona quemada o que haya sufrido algún traumatismos reciente (fractura, corte, etc.). Junto con esto también hay enfermedades donde se pierde mucha masa muscular (catabolismo: pérdida de tejido) y no se puede seguir una dieta, si no contiene la proteína suficiente ya que estaríamos favoreciendo el desarrollo de la enfermedad. Así también pasa con la osteoporosis, entre otros.
3. PÉRDIDA DE PESO V/S PÉRDIDA DE GRASA:
No se deje engañar cuando la pérdida de peso es de más de 1 kg semanal, porque sobre eso todo lo que usted puede perder es masa muscular y agua. El objetivo de una buena dieta es quemar la grasa subcutánea y deshacer la grasa visceral en la medida que cada organismo se lo permita, de manera gradual y sin perjudicar la masa muscular ni el agua contenida en nuestro cuerpo, ya que estos compuestos son muy necesarios para mantener el requerimiento de energía elevado, por lo tanto permitirnos así utilizar mayormente los alimentos que consumimos, evitando que se reserven a la forma de “azúcar” (glucosa y glucógeno) o “grasa” (triglicéridos y adipositos) que son altamente perjudiciales para la salud.
Según lo explicado anteriormente, podemos concluir que no existe una dieta específica que sirva de igual manera a todas las personas, que por el contrario, lejos de ser saludable, puede convertirse en una práctica muy perjudicial, que en pocos días puede hacer que carezcamos de vitaminas y minerales esenciales, privarnos de un desarrollo normal, hacer que avancen enfermedades indeseables. Debido a esto es necesario una evaluación individualizada antes de comenzar un régimen alimentario, sea cual sea nuestro objetivo. No obstante, mientras tanto se recomienda seguir un estilo de vida saludable, que entre otros, promueve el consumo de frutas y verduras, alimentos bajos en grasa, beber agua y practicar ejercicio físico de manera constante.
Elizabeth Parra Luna
Nutricionista
Universidad de Concepción
WFS Food Services